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lunes, 26 de diciembre de 2011

Meteoritos y Cometas.


-....y las estrellas del cielo cayeron sobre la Tierra-
Apocalipsis 6:13

La fascinación sobre el nuevo milenio y sobre algunas profecías que hablan de el fin del mundo, han provocado que el tema de las colisiones de cometas y asteroides contra los diferentes cuerpos celestes de nuestro sistema solar, se encuentran de moda.

En julio de 1994, al chocar los 21 fragmentos del cometa Shoemaer-Levi 9 contra Júpiter, el mayor de ellos una montaña de 4 kilómetros de diámetro moviéndose a una velocidad de 200 000 kms/hr, genero una explosión equivalente a 250 millones de megatones de dinamita y produjo una mancha visible del tamaño de la tierra.



Existe una inquietante pregunta, Podría realmente un asteroide o un cometa de grandes dimensiones chocar con nuestro planeta? La respuesta es Si; la historia registra algunas evidencias, como el cráter en Chicxulub (en Mérida, México) se supone que fue la causa principal de la extinción de los dinosaurios, hace sesenta y cinco millones de años. O una lluvia de cometas que crearon la bahía de Chesapak (en Estados Unidos) hace treinta y cinco millones de años.

Las consecuencias mas graves de un impacto implicarían, aparte de los daños ocasionados por el choque directo, cambios inmediatos y contundentes sobre los factores climáticos que en pocos días ymeses dejarían sentir sus efectos sobre todas las formas de vida, a diferencia de otros fenómenos o procesos que influyen sobre estos cambios , cuyos efectos graduales se dejan sentir en lapsos de cientos de años.

Son pocos los cráteres terrestres que hoy día se pueden observar y que son consecuencias de colisiones de cometas y asteroides sobre el planeta. Las acciones combinadas de movimientos tectónicos, erosiones y la transformación causadas por el hombre hacen que solo un centenar de estos cráteres sean reconocibles, atribuyéndoles edades menores a los 200 millones de años.



Tantos los asteroides como los planetas representan los restos de una población extinta de pequeños objetos, que en los inicios de el Sistema Solar, se agregaron para formar los actuales planetas.

Los asteroides son objetos básicamente rocosos, algunos tienen un alto contenido de silicatos, al igual que las rocas terrestres, otros poseen una elevada concentración metálica, principalmente de hierro y níquel, hay algunos de combinaciones muy raras o simplemente desconocidas.





La mayoría de estos giran en torno al Sol en la zona del espacio comprendida entre Marte y Júpiter (en una franja de unos 1050 a 500 millones de kilómetros) se conocen unas decenas de millares del cinturón principal, pero solo una fracción de ellos se ha podido observar con exactitud como para situarlos en una orbita fidedigna (y por lo tanto predecible). Un caso excepcional es Ida, que posee su propia luna.

Los cometas son objetos muy frágiles, compuestos principalmente de hielo de hielo de diversa naturaleza, en los que predomina el agua. Mientras que los asteroides se formaron en las partes internas del Sistema Solar, donde los compuestos son mas ligeros y escasos, los cometas se originaron en las zonas externas , donde se halan los planetas gigantes Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, en estas regiones habría abundancia de compuestos ligeros y gas, como lo muestra la composición de estos planetas exteriores.

La dinámica de los cometas es muy complicada. Algunos de los llamados de 2periodo corto” giran en torno al Sol en las zonas donde se hallan los planetas y muchas veces se aproxima a ellos , lo que modifica la orbita de los primeros.



A esto se debe que sean los objetos mas móviles del sistema, en el sentido que pueden desplazarse con mucha velocidad. Otros cometas tiene periodos de revolución muy largos, del orden de millones de años, por lo que su aparición resulta casual e impredecible. Es posible que exista una infinidad de cometas mas allá de la zona planetaria llamada Nube de Oort, donde ni los telescopios mas potentes permite su observación.

Es la intensidad de el campo gravitatorio de otros planetas sobre todo Júpiter, la que puede hacer que un cometa vea modificada su orbita de manera qu se aproxime mas a la Tierra.

Todos los días, varias toneladas de material cósmico legan a la superficie terrestre bajo la forma de una finísima lluvia de partículas de menos de un milímetro deque penetran la atmósfera. De vez en cuando la Tierra cruza la orbita de un cometa y caen sobre ella los restos que la continua erosión de el núcleo del cometa deja tras este. Se observa un bombardeo de partículas mas grandes (de hasta un centímetro) que son conocidas como lluvia de estrellas.

Al atravesar la atmósfera terrestre se produce un brillo tan intenso con efímero, es rao que estos fragmentos lleguen hasta el suelo terrestre sin que se consuman, en este caso se trata de meteoritos.

A medida que el tamaño aumenta, crece también la importancia de los efectos producidos.

Se han clasificado en una escala de cuatro grados las posibles consecuencias de darse el fenómeno de una colisión.



En la primera el diámetro es menor de 10 metros, generalmente no se registran daños. Entre 10 y 100 metros ya representa un impacto serio ya que dependiendo de el tamaño este se suele fragmentar antes de caer al suelo.

Un ejemplo de el anterior es el Cráter de Arizona que tiene 1.5 kms. de diámetro y una edad aproximada de 10 000 años a 50 000 años.

El tercer y cuarto grado se refieren a fenómenos cuyas consecuencias abarcarían a todo el planeta, como comparación, podemos decir que un fenómeno de tal magnitud sería del orden un millón de megatones, el aparato mas potente conocido en la Tierra no supera los 100 megatones.

Con estas explosiones tendríamos una gran cantidad de polvo y cenizas que por su carácter opaco bloquearían casi por completo la radiación solar. Se produciría un largo periodo de obscuridad casi absoluta, durante el cual las funciones básicas de los organismos vivos, como la fotosíntesis de la clorofila resultarían prácticamente imposibles rompiéndose las pirámides troficas.



La disminución de la cantidad de la luz solar se traduciría en un brusco descenso térmico que facilitaría la desaparición de los organismos termo reguladores. El material incandescente arrojado por la gran explosión provocaría grandes incendios y destrucciones masivas. La emisión de grandes cantidades de Carbono de la atmósfera ocasionaría por efectos de invernadero que el clima del planeta se volviera muy tórrido.

La Tierra no tiene la gravedad para atraer a objetos de ese tamaño, pero se sabe que existe un mecanismo que cada cierto tiempo desencadena una lluvia de cometas al centro del Sistema Solar, y algunos de ellos chocan con nuestro planeta.

Recientemente hemos visto, en efectos especiales , lo que probablemente pasaría hoy día si esto se presentara, en películas como “Armaggedon” y “Deep Impact”.



Y es que aunque parezca ciencia ficción, no lo es, el 8 de noviembre de 2011 el asteroide 2005-YU55, de 400 metros de diámetro, “rozo” nuestro planeta, ya que paso a 326 mil kilómetros de la Tierra (un poco menos de la distancia que hay de aquí a la Luna: 384 mil kilómetros) .

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