Hoy sucedió algo que no se presentaba en cinco años: una enorme tormenta solar, golpeo la Tierra. Aunque amenazo con generar problemas en los satélites de comunicaciones de órbita polar, dañar las redes de comunicaciones, telefónicas y transformadores eléctricos, asi como también afectar las frecuencias de onda corta como las radios FM, al cierre de este articulo no se habían detectado mayores daños.
El Sol ha lanzado en las últimas 48 horas un total de trece llamaradas de gran intensidad. Concretamente, una de ellas es la segunda de mayor nivel con orientación general a la Tierra en todo lo que va de ciclo solar.
Esta llamarada ha registrado una escala que duplica la intensidad de llamarada solar de San Valentín (registrada en febrero de 2011) y casi alcanza la de nivel que se produjo en agosto del mismo año.
Hasta ahora solo se ha informado por parte de la Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA) de EE.UU. que algunos vuelos que atravesaban el polo norte debieron ser desviados de su ruta y otros aviones que volaban en altas latitudes tuvieron que reducir su altitud para evitar los efectos radiactivos de la potente llamarada, la más fuerte que recibe el planeta desde el año 2005.
También algunos sensores del satélite ACE de la NOAA, que estudia los vientos solares, fueron cegados por la ráfaga y, al menos durante un tiempo, quedaron inútiles.
Todo esto originado en la región activa AR 1429, con una potencia de 8,7 M. La nube de gas ionizado o plasma cargado de electricidad tuvo una intensidad muy grande y fue captada por los grandes telescopios de la NASA.
El incremento actual de la actividad solar es parte del ciclo solar normal de 11 años de duración, en el cual se produce un aumento de explosiones que se espera lleguen a su pico a finales de 2013, indicó la NASA.
La corona solar es una especie de atmósfera externa del Sol que mediante llamaradas se desprende continuamente. Una vez por semana ocurren estas explosiones, pero en algunas ocasiones el fenómeno se dirige directamente a la Tierra
Por la protección natural que cuenta nuestro planeta con la magnetósfera y la atmósfera, los efectos de una explosión solar no afectan la salud de las personas, animales o plantas, pero esta gran afluencia de partículas cargadas que golpea el campo magnético terrestre podría afectar los circuitos de los satélites en órbita, las señales de GPS, las comunicaciones de radio, telefonía y transformadores o redes eléctricas
El fenómeno va a generar también grandes auroras boreales o eventualmente australes.
Inicialmente el área de impacto ocupó grandes porciones del lado iluminado de la Tierra. Se produjeron perturbaciones en la alta frecuencia de comunicación por radio, en zonas como África Oriental, Medio Oriente, Asia y Oceanía, durante una hora aproximadamente.
El fenómeno geomagnético afecta a las corriente electrica por causa de fluctuaciones en la red. Provoca debilidad de energía, irregularidad en el voltaje y alarmas de voltaje. La navegación GPS y satelital suele ser intermitente.
Tambien afectara las ondas de radio, el centro de Predicción de Clima Espacial de Estados Unidos explicó que este ruido a veces es de corta duración, pero pueden causar interferencias en los receptores sensibles como el radar, GPS, y las comunicaciones por satélites.
El 2 de septiembre de 1859 se produjo la peor tormenta solar de todos los tiempos. Conocida como el evento Carrington, por el astrónomo británico que registro lo sucedido, la llamarada causo el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos, en Europa y América del Norte.
Como entonces la energía eléctrica apenas se utilizaba, los efectos de la tormenta casi afectaron a la vida de los ciudadanos de le época. Pero se vieron auroras en los cielos del Caribe, Roma y Madrid.
Algunas imagenes podrian tener CopyRigth, fueron tomadas de Google.
No hay comentarios:
Publicar un comentario