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jueves, 5 de octubre de 2023

Rayos; electricidad en el aire.

"Sus relámpagos iluminaron el mundo; la tierra vio y se estremeció."

Salmos 97:4


En días recientes, causo conmoción un video que muestra uno de los temores mas antiguos del hombre, que nos caiga un rayo. En el video, se puede apreciar el momento en que este, mato a dos personas:

El rayo es una descarga natural de electricidad estática, producida durante una tormenta eléctrica generando un pulso electromagnético. La descarga eléctrica precipitada del rayo es acompañada por la emisión de luz (el relámpago).



Un rayo viaja a una velocidad media de 440 km/s, pudiendo alcanzar velocidades de hasta 1400 km/s.​ La diferencia de potencial media con respecto al suelo es de mil millones de voltios.

En promedio, un rayo mide 1500 metros; el más extenso fue registrado en Texas y alcanzó los 190 km de longitud. Un rayo puede alcanzar la velocidad de 200 000 km/h. Siempre va acompañado de un relámpago, y de un trueno (emisión de ondas sonoras), además de otros fenómenos asociados. Aunque las descargas dentro de las nubes y entre las nubes son las más frecuentes, las descargas de nube a tierra representan un peligro mayor para los humanos.


La mayor parte de los rayos ocurren en la zona tropical del planeta, la más densamente poblada, y principalmente en los continentes. Están asociados con los fenómenos convectivos, la mayoría de las veces con tormentas, aunque pueden tener su origen en otros eventos, como erupciones volcánicas, explosiones nucleares, tormentas de arena o violentos incendios forestales.


Se utilizan métodos artificiales para crear rayos con fines científicos. Los rayos también ocurren en otros planetas del Sistema Solar, particularmente en Júpiter y en Saturno.


Algunas teorías científicas consideran que estas descargas eléctricas pueden haber sido fundamentales en el surgimiento de la vida, además de haber contribuido a su mantenimiento. En la historia de la humanidad, el rayo fue quizás la primera fuente del fuego, fundamental para el desarrollo técnico. Así, el relámpago despertó fascinación, incorporándose a innumerables leyendas y mitos que representan el poder de los dioses. Investigaciones científicas posteriores revelaron su naturaleza eléctrica, y desde entonces las descargas han sido objeto de una vigilancia constante, debido a su relación con los sistemas de tormentas.


Cada año se registran 16 000 000 de tormentas con rayos. La frecuencia de los relámpagos es de aproximadamente 44 (± 5) veces por segundo, o casi 1400 millones de destellos por año,​ siendo la duración media de 0.2 segundos.​ En octubre de 2018 se registró en Brasil el de mayor extensión horizontal a nivel mundial, con 709 km de longitud.


El rayo de mayor duración fue registrado en marzo del 2018 en el norte de Argentina y duró 16.73 segundos.



La disciplina que, dentro de la meteorología, estudia todo lo relacionado con los rayos se denomina ceraunología.

El lugar particular donde ocurren rayos con mayor frecuencia es cerca de la pequeña aldea de Kifuka en las montañas del este de la República Democrática del Congo,​ donde la altitud es de alrededor de 975 m. En promedio, esta región recibe 158 descargas/km²/año.

El lago de Maracaibo, en Venezuela, tiene una media de 297 días al año con actividad de rayos, un efecto reconocido como relámpago del Catatumbo.


Las construcciones elevadas tienden a recibir más descargas. Por ejemplo, el Empire State Building en Nueva York es golpeado una veintena de veces al año, de las que más de la mitad son descargas tierra-nube.​ La estatua del Cristo Redentor en la ciudad de Río de Janeiro recibe una media de seis rayos todos a lo largo del año.​


En las regiones polares del Norte y del Sur, por el contrario, los rayos son prácticamente inexistentes.

En caso de tormenta, la mejor forma de protección personal es buscar un refugio. Las casas y edificios cerrados, especialmente aquellos equipados con sistemas de protección contra descargas eléctricas, son los más seguros. Los vehículos metálicos, como los automóviles y los autobuses, brindan una protección razonable, pero sus ventanillas deben estar cerradas y debe evitarse el contacto con elementos metálicos. Se recomienda encarecidamente, en situaciones de riesgo, no permanecer en campos, piscinas, lagos y en el océano. Se recomienda evitar pararse cerca de árboles aislados, de torres de metal, de postes y cercas de metal para reducir las posibilidades de ser alcanzado por un rayo.


Como es difícil saber cuándo caerá un rayo, al escuchar truenos y ver el flash de luz o relámpagos (ocurren simultáneamente pero aquellos se oyen segundos después por la diferente velocidad de propagación de las ondas de sonido y de la luz en la atmósfera) hay que resguardarse para no poner en riesgo la salud.

Cuando comienza a llover, no hay que estar a descampado. Actividades físicas o juegos a la intemperie deben suspenderse. Al jugar fútbol bajo la lluvia, por ejemplo, la cancha se moja y un rayo puede caer y la carga eléctrica propagarse por el agua y afectar a varios jugadores al mismo tiempo.

Si se está en el campo o en lugares a cielo abierto no hay que refugiarse bajo un árbol, ya que por su altura puede atraer a un rayo.

Se corre menos riesgo al refugiarse en un auto, autobús o edificio. Si eso no es posible, no hay que mantenerse parado, sino agacharse, hacerse bolita y estar a ras del suelo.

No permanecer en cuerpos de agua (mar, lagos, ríos, albercas…). En la noche o al amanecer, pescadores en sus botes, en el mar o en la playa han muerto por un rayo.

En casa, cuando llueve, hay que desconectar aparatos eléctricos y evitar bañarse, ya que las tuberías metálicas también pueden atraer los rayos.

¿Qué nos hace un rayo? Cuando uno alcanza a una persona, le causa paro cardíaco y paro respiratorio, así como quemaduras en la piel y lesiones en los oídos, ojos, pulmones y huesos.

Datos del Cenapred señalan que el grupo más vulnerable ante los rayos es el de niños y jóvenes de 10 a 19 años; los hombres son cinco veces más susceptibles a morir por un rayo que las niñas, debido a que realizan más actividades al aire libre durante la época de lluvia (labores del campo o deportes como el futbol), pero también a la falta de información. Los estados de la República donde se registran el mayor porcentaje de muertes por rayos (con 42%) son el Estado de México, Michoacán, Oaxaca y Guanajuato.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud anualmente mueren 24 mil personas debido a este fenómeno de la naturaleza y, para nuestra sorpresa, México ocupa el primer lugar en muertes por rayos con 223 en promedio, datos que también corrobora Cenapred.

Éstos son los 10 países con la mortalidad más alta

México 223 muertes

Tailandia 171 muertes

Sudáfrica 150 muertes

Brasil 132 muertes

Rumania 75 muertes

Colombia 71 muertes

Cuba 70 muertes

Perú 68 muertes

Estados Unidos 50 muertes


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