Miles de personas en el Ángel de la Independencia.
Nadie mas cabía en el Zócalo.
Esas son las masas que mueve AMLO.
Seis horas bajo el sol y los simpatizantes aceptaron la
promesa de Andrés Manuel López Obrador cuando juró “no traicionar al pueblo, no
fallarle y estar siempre a la altura de las mujeres y los hombres del país”
Desbordado el Zócalo de la ciudad de México hasta las
avenidas 20 de Noviembre y 5 de Mayo, y las calles 16 de Septiembre, Tacuba,
Madero y José María Izazaga, tributó al candidato presidencial su respaldo
incondicional para la jornada electoral del próximo domingo.
El mensaje de cierre de
campaña, duró una hora.
No es una relación utilitaria, fría, de conveniencia
entre un político, un dirigente y el pueblo. Lo de AMLO con su gente es distinto.
Recordar lo que decía José Martí cuando tituló una obra
para teatro: Amor con amor se paga.
La última jornada legal
para hacer proselitismo del candidato presidencial de la coalición Movimiento
Progresista empezó en la columna del Ángel de la Independencia, donde miles de
personas, entre ellas su esposa, sus hijos José Ramón, Andrés, Gonzalo y el
pequeño Jesús; Cuauhtémoc Cárdenas, Lázaro Cárdenas, Alfonso Romo y Alejandro
Encinas, así como integrantes de su eventual gabinete y dirigentes de los
partidos que lo abanderan, lo acompañaron en su recorrido al Zócalo.
Era tal la efervescencia
popular por ver a su candidato y llegar a la Plaza de la Constitución para el
mitin, que la vanguardia de la marcha se difuminó entre el gentío que intentaba
acercarse a él.
Al avanzar sobre Paseo de
la Reforma, la columna engrosaba y el andar era cada vez más lento. Desde el
inicio se planeó una salida alternativa para el candidato por la estación
Juárez del Metro, pero el intento falló porque la multitud le impidió tomar la
avenida Balderas.
El tortuoso andar continuó
sobre avenida Juárez y cerca del Barrio Chino, a un costado de la cancillería,
su equipo de resguardo lo condujo a la estación Bellas Artes del Metro para que
abordara el tren, acompañado por su familia y Alfonso Romo, que ha sido el
vínculo entre poderosos empresarios y López Obrador. La premura por que el
candidato de las izquierdas llegara al templete instalado frente a Palacio
Nacional obedecía a que el discurso estaba programado para las cinco de la
tarde.
Cuando López Obrador
abordó el Metro, faltaban 10 minutos para las siete de la noche.
En esos momentos el
ingreso al Zócalo era prácticamente imposible y el ingeniero Cuauhtémoc
Cárdenas Solórzano ya se había retirado del grupo que acompañaba al candidato
presidencial.
En el templete, Jesusa
Rodríguez dirigía la ceremonia. Alrededor se apretujaban mujeres, hombres,
niños y jóvenes para ver mejor el escenario. En ese remolino humano, dos
ancianas que llegaron por distintos caminos a la Plaza de la Constitución
comenzaron a padecer falta de aire y alta presión.
Entre el gentío figuraba el ánimo de integrantes del
movimiento #YoSoy132 y de muchísimo jóvenes en general, que también caminaron
desde el Ángel de la Independencia.
Ese ánimo contagió a
adultos y viejos, que reconocieron la participación de Elena Poniatowska en el
Movimiento Regeneración Nacional (Morena). La escritora respondió a los
aplausos:
Ustedes son la cultura; que los niños amen a México. ¡Vamos a ganar!
Intervinieron Adolfo
Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera.
En el discurso de López
Obrador, aseguró que no expropiará Televisa; garantizará la libertad de
expresión y manifestación.
No habrá censura y nadie va a ser perseguido por su manera de pensar. Vamos a garantizar plenamente el derecho a disentir. Pero, al mismo tiempo, vamos a hacer valer el derecho a la información.
Mediante
la fibra óptica llevaremos Internet al más apartado rincón del país. Este servicio permitirá garantizar plenamente el derecho de los mexicanos a estar informados y se terminará con la manipulación que llevan a cabo los que actualmente controlan casi la totalidad de los medios de comunicación.
Prometió que no habrá
guerra ni muertes y se respetarán los derechos humanos.
Se mejorará la calidad de la enseñanza para que al final del sexenio por lo menos seis de cada 10 jóvenes estén inscritos en el nivel superior.
López Obrador afirmó que
el domingo por la noche habrá fiesta cívica nacional, porque
fracasó el intento de imponer a Enrique Peña Nieto mediante la mercadotecnia y la publicidad. Pensaron sus patrocinadores, que son los más tenaces defensores del actual régimen de corrupción, que iba a ser un día de campo. Y juntos vamos a hacer historia. Vamos a construir una patria nueva.
Y antes de marcharse, el
candidato de las izquierdas prometió que una vez ganada la elección, recorrerá
todo el país.
Con información La Jornada.