A inicios de mes una nota llamo la atención; el Centro
de Control de Misión del programa espacial ruso dijo que movería la Estación
Espacial Internacional a una órbita diferente para evitar una posible
colisión con un fragmento de escombros.
La estación espacial realiza maniobras de evasión
cuando la probabilidad de colisión excede uno en 10,000. Cabe recordar que la Estación
Espacial Internacional está blindada para atenuar los daños debido a este
peligro. Aun asi hubo una vez en que la basura espacial puso en peligro incluso
a los tripulantes de la EEI aunque los desperdicios pasaron a 250 metros,
los seis astronautas que permanecían a bordo se vieron obligados a realizar una
evacuación de emergencia y a refugiarse en las dos naves Soyuz acopladas
a la estación.
La NASA calcula que más de 21,000 fragmentos de
escombros orbitales mayores a 10 centímetros (3,9 pulgadas) se encuentran
atrapados en la órbita de la Tierra, y a los expertos les preocupa que la
basura espacial en la órbita se esté convirtiendo en un problema creciente
para la industria espacial.
Desde el lanzamiento del Sputnik en 1957 el número de objetos en órbita ha
estado creciendo, radares y telescopios han detectado 300 que por su tamaño
representan un peligro.
Esos desechos llamados ahora basura espacial ha
causado tantas complicaciones en la órbita terrestre que los expertos advierten
que ha llegado el momento de pensar en cómo limpiarla.
Se le llama basura espacial (o chatarra
espacial) a cualquier objeto artificial sin utilidad que orbita la Tierra.
Se compone desde grandes restos de cohetes, satélites
inactivos y fragmentos resultantes de explosiones en el espacio, hasta
pequeñas partículas de metal, polvo y pintura, todos ellos, objetos
creados por el hombre.
La actual basura puede también producir aún más basura
espacial en un proceso llamado Síndrome de Kessler (se multiplican en cada
incidente).
Desde 1991, se han registrado al menos tres
colisiones en la órbita terrestre por culpa de la basura espacial.
Entre las medidas
que se están comenzando a tomar para evitar riesgos se encuentran:
+Estudio y medida de objetos mediante radar, así
como mediante telescopios ópticos.
+Intento de reducir el número de objetos que puedan
convertirse en basura espacial.
+Establecimiento de acuerdos internacionales.
Los acontecimientos de la explosión de las etapas
superiores de los cohetes de lanzamiento suponen la contribución más importante
al problema de la basura espacial. Cerca de 100 toneladas de fragmentos
generados durante aproximadamente 200 explosiones todavía están en órbita. La
basura espacial se concentra más en órbita baja de la tierra, aunque algo se
extiende hacia más allá de la órbita geoestacionaria.
A finales de 2003 había
unos 10.000 objetos catalogados. No obstante, se estima en más de 50.000 el
número de objetos mayores de un centímetro.
Según la revista
Nature EEUU tiene fichados en la actualidad más de 9.000 objetos
artificiales, con un peso total que supera las cinco toneladas. La mayor parte
de estos aparatos están en ruina y constituyen un gran riesgo para las misiones
espaciales.
Los científicos
estiman que la cantidad de basura espacial mantendrá una evolución más o menos estable
hasta el año 2055, pero a partir de entonces, el número de objetos
peligrosos flotando se disparará de forma exponencial y salir hacia el espacio
será una misión prácticamente imposible.
La composición de los objetos artificiales que orbitan
la Tierra es:
Naves operativas 7%, Naves obsoletas 22%, Restos de
cohetes 17%, Objetos relacionados con las misiones 13% y Otros fragmentos 41%
México participara para monitorear.
En la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS0) se
construirá una estación astronómica para monitorear basura espacial y
tendrá su pabellón en el municipio de Cosalá.
Sera parte del programa de licenciatura en Astronomía que se impartirá el
próximo ciclo escolar.
Consideró que para el proyecto de la Estación
Astronómica se necesita un telescopio óptico, por lo que la UAS estaría en
condiciones de construir el pabellón donde se asentaría dicho instrumento
astronómico que vigile la basura espacial.
Se firmó un convenio con el Instituto de Matemáticas
Aplicadas de la Academia de Ciencias Rusas, quienes donarán el telescopio.
Algunos datos alarmantes
Sofisticados modelos computacionales, señalan que la
cantidad de basura espacial superó el límite crítico, transformándose en una
avalancha de pequeños fragmentos que colisionan constantemente entre sí,
multiplicándose rápidamente.
La estadounidense Space Surveillance Network,
sigue la pista a miles de objetos, mediante radares, sensores y
telescopios ópticos.
Todas estas estructuras, fragmentos y partículas,
viajan a velocidades superiores a los 26.000 o 28.000 kilómetros por hora, por
lo que su potencial destructivo es altísimo. Pequeños choques, han dejado
huellas debidamente documentadas en naves y estaciones espaciales, revelando la
extraordinaria fuerza destructiva de micro-impactos.
Recientemente, científicos suizos lanzaron el programa CleanSpace One encaminado
a retirar la basura espacial desde la órbita terrestre, cuyo presupuesto
asciende a 11 millones de dólares, para desarrollar una serie de “satélites
limpiadores”, pequeños aparatos capaces de detectar los objetos peligrosos en
la órbita y destruirlos.
También hay una iniciativa europea para enfrentar
el problema de la basura espacial; el proyecto Bare Electrodynamic Tether (BETs),
estudiará como desviar (sacar de órbita) satélites en órbita baja a un costo
aceptable. El proyecto sería financiado por el Séptimo Programa Marco de la
Unión Europea.
No enfrentar el problema a la brevedad, significa
poner en riesgo la mayoría de los satélites en órbitas bajas, las misiones
robóticas y tripuladas en el espacio.
Las imagenes podrian tener CopiRigth; fueron tomadas de Google.